martes, 17 de marzo de 2009

El Crepúsculo y la Muerte

Exactamente cuánto puede vivir un dragón después de alcanzar la etapa de gran sierpe, es materia de debate (algunos expertos sostienen que un dragón vive para siempre). Desafortunadamente, los dragones ayudan poco en este asunto. No guardan registros de nacimientos y son propensos a exagerar sus edades.
Los sabios semielfos de Guillaume y Cirjon de Cheirdon han realizado un estudio de las edades de los dragones, anotando cuidadosamente el momento en el que ciertos dragones famosos (e infames) han alcanzado sus estados de sierpe, y han rastreado sus edades a partir de entonces. Algunos de los últimos expertos sospechan que Guillaume y Cirjon eran dragones de plata utilizando el disfraz de semielfo, y que las especulaciones que publicaron eran en realidad notas de campo. En cualquier caso, la pareja desapareció finalmente, y sus lugares finales de descanso no se conocen. Quizá murieron en el ataque de un dragón, o quizá continúan entre nosotros, con otros disfraces.
Guillaume y Cirjon establecieron que el dragón auténtico de vida más breve, el blanco, puede vivir hasta 2.100 años. La especie de dragón auténtico que más tiempo vive es el de oro; Guillaume y Cirjon sitúan la edad máxima del de oro en 4.400 años.
Además, los sabios descubrieron que los dragones pueden extender sus vidas algo más, entrando en un período llamado "el crepúsculo". Este término, acuñado por Guillaume y Cirjon, se refiere a la fas final de la vida del dragón. El cese de crecimiento en la etapa de gran sierpe anuncia el principio de la muerte (como hace con la mayoría de las criaturas que crecen durante sus vidas).
Un dragón puede sobrevivir durante siglos despues de alcanzar el estado de gran sierpe, pero es mortal y no puede evitar la muerte para siempre. El crepúsculo ocurre cuando el dragón sucumbe finalmente al peso de los años, forzando su fisiología a una espiral descendente. El período crepuscular de un dragón puede durar varios años, pero a menudo sucumbe cuando comienza el crepúsculo.



Cómo evitar el crepúsculo

Muchos dragones prefieren evitar un descenso lento hacia la muerte y abandonar la envoltura mortal con su dignidad intacta. Muchas grandes sierpes simplemente parecen desaparecer al final de sus vidas. Nadie sabe exactamente donde van, pero los expertos han identificado al menos tres posibilidades: partida, protección y convertirse en un dracoliche.

La partida

Un dragón simplemente puede desear que su espíritu parta. Tras hacerlo, el dragón muere y su espíritu es liberado a continuación. Un dragón se prepara para su partida consumiendo todo su tesoro. La mayoría de los dragones también viajan hacia un cementerio de dragones y mueren allí.
Los cementerios de dragones son lugares antiguos cuyos orígenes se pierden incluso para la memoria de los dragones. Por regla general, sólo son accesibles para criaturas voladoras, al estar situados en las cumbres de montañas, valles escondidos (rodeados por junglas, desiertos o montañas), en islas ubicadas en mares sin vientos o sacudidos por tormentas, o en las profundidades de grandes grietas en la tierra.
Dentro de un cementerio, los problemas abundan. Tormentas de energía elemental, suelen barrer los cementerios de dragones, y vórtices elementales aparecen en lugares aleatorios. Algunos de ellos pueden vomitar grupos de criaturas elementales hostiles o absorver a los incautos del plano material al plano elemental correspondiente. Carcasas o esqueletos de dragones se pueden animar espontáneamente y caminar, atacando a cualquier criatura viviente que encuentren.
Los cementerios de los dragones también son encantados por dragones espectrales. A pesar de los peligros, los cementerios de dragones a veces atraen a visitantes. De acuerdo con las leyendas y algunos descubrimientos reputados, no todo el tesoro consumido de un dragón que ha partido queda destruido, y muchos buscadores de tesoros (mostrando una avaricia parecida a la de los dragones) buscan con entusiasmo cementerios de dragones por los tesoros que dicen que contienen. Otros visitantes desean obtener los restos de dragones para propósitos mágicos o alquímicos.

La protección

Al final de su vida normal, un dragón puede elegir convertirse en un guardián, transformándose literalmente en parte del paisaje. Después de que el dragón consuma su tesoro, se transforma en un rasgo geográfico; colinas, montañas, lagos, pantanos y bosquecillos parecen ser las elecciones más comunes.
Esas zonas se convierten en los lugares favoritos de los dragones para poner los huevos. Se dice que ningún nido de huevos de dragón colocado en uno de estos lugares ha sido nunca molestado. También se dice que las crías de dragón que viven en el sitio están en comunión con el espíritu guardián, recibiendo el conocimiento que necesitan para convertirse en adultos fuertes.
Como con los cementerios de dragones, las leyendas cuentan que algunos de los últimos tesoros del dragón pueden todavía permanecer escondidos en la zona, haciendo que esos lugares sean el objetivo principal de los cazadores de tesoros. Extraer el tesoro (si de verdad existe) suele ser difícil. Los dragones más jóvenes que viven en el lugar suelen molestarse con los intrusos, así como los padres ausentes que han dejado huevos allí (como hemos visto, incluso los dragones que dejan sus huevos sin atender a menudo suelen seguir vigilando sus nidos). Estos lugares también suelen atraer su porción de dragones espectrales, añadiendo un nuevo elemento de peligro para los intrusos.

Cómo convertirse en un Dracoliche

Algunos dragones malignos reclutan la ayuda de otros para engañar a la muerte. El dragón y sus sirvientes crean un objeto inanimado, llamado filactería, que contendrá la fuerza vital del dragón. A continuación se prepara una poción especial para el dragón. La poción es un veneno letal que mata sin fallar al dragón para el que se preparó.
Con la muerte del dragón, su espíritu se transmite a la filactería. Desde la filactería, el espíritu puede ocupar cualquier cuerpo muerto que esté cerca, incluyendo su propio cuerpo. Si el cuerpo que habita actualmente es destruido, el espíritu retorna a la filactería, y desde allí puede ocupar un nuevo cuerpo.

La Fisiología del Dragón

"Los dragones tienen escamas, ponen huevos, y carecen por completo de las características de un mamífero. La idea de que son de sangre caliente es ridícula."
-Aloysius Egon Greegier, experto de salón en dragones.

"Típico de un humanoide. Cita tres hechos, de los que se equivoca en uno, y saca una conclusión inconexa del conjunto".
-Kacdaninymila, dragona de oro joven adulta, después de leer la exposición de Greegier.

Los expertos no se ponen de acuerdo en algunos aspectos clave de la vida del dragón, y los propios dragones tienen muchas dudas.

Metabolismo

La gente de la calle, y algunos estudiosos, suelen utilizar los términos "sangre caliente" y "sangre fría" oara describir a las criaturas endotérmicas y ectotérmicas, respectivamente.
Una criatura ectotérmica carece de la capacidad de producir su propio calor y depende de su entorno para calentarse. La mayoría de las criaturas ectotérmicas rara vez tienen en realidad la sangre fría, porque son capaces de encontrar el calor ambiental para calentar sus cuerpos.
Una criatura endotérmica no tiene necesariamente la sangre caliente. Lo que tiene es una temperatura corporal que permanece mas o menos estable sin importar el calor o el frío que haga en su entorno.
Todos los dragones auténticos son endotérmicos. Dada su naturaleza elemental es difícil que sea de otra manera. La temperatura corporal de un dragón depende de su tipo y algunas veces de su edad. Los dragones que utilizan fuego tienen una temperatura corporal mas elevada, y los que utilizan el frío la mas baja. Los dragones que utilizan el ácido y la electricidad poseen temperaturas corporales entre ambos extremos, siendo los dragones que utilizan ácido los que suelen tener una temperatura menor que los que utilizan la electricidad. Los dragones que utilizan fuego se vuelven literalmente mas calientes con la edad. Los dragones que utilizan ácido y electricidad suelen mantener una misma temperatura corporal toda su vida, siendo los jóvenes y más pequeños los que poseen una temperatura ligeramente superior a la de los mas ancianos y grandes.
Al contrario que la mayoría de las criaturas endotérmicas, los dragones no tienen una manera obvia de librarse del exceso de calor corporal. No sudan ni jadean. En cambio, el draconis fundamentum extrae el calor del torrente sanguíneo y almacena la energía. En cierta forma, un dragón podría considerarse ectotérmico (porque puede utilizar el calor ambiental). Sin embargo, cuando un dragón es privado de una fuente externa de calor, su metabolismo y nivel de actividad no cambian. Al contrario que una verdadera criatura ectotérmica, un dragón puede generar su propio calor corporal y no se ralentiza o se ve forzado a la hibernación a causa de la exposición al frío.

Dieta

Los dragones son carnívoros y están en la cúspide de los depredadores, aunque en la práctica son omnívoros y comen cualquier cosa si es necesario. Un dragón puede, literalmente, comer roca y suciedad para sobrevivir. Algunos dragones, particularmete los metálicos, subsisten principalmente de comida inorgánica. Sin embargo, estos hábitos alimenticios tienen un origen cultural.
Desafortunadamente para los vecinos de los dragones, la diferencia entre lo que debe comer un dragón y lo que puede comer un dragón es enorme. La mayoría de los dragones pueden consumir fácilmente la mitad de su propio peso en carne cada día, y muchos lo hacen gustosamente si disponen de presas suficientes. Incluso después del habitual atracón, el dragón rara vez engorda. Por el contrario, convierte la comida en energía elemental y la almacena para uso posterior. Mucha de esta energía almacenada la utiliza en sus armas de aliento y en los numerosos estirones de crecimiento (ver mas adelante) que experimenta el dragón durante su vida.



El ciclo vital del dragón

"Del huevo pequeño crece la gran sierpe"
-Proverbio kóbold

Salvo alguna desgracia, un dragón puede esperar vivir con buena salud unos 1.200 años, posiblemente incluso mucho más, dependiendo de su estado físico en general. Sin embargo, todos los dragones comienzan como humildes huevos y avanzan a través de 12 etapas vitales distintas, cada una marcada por nuevos desarrollos en el cuerpo, la mente o la actitud del dragón.

Los huevos

Los huevos de dragón varían en tamaño dependiendo del tipo de dragón. Son generalmente del mismo color que el dragón que los pone y gozan de las mismas inmunidades mágicas que sus progenitores (por ejemplo, los huevos de un dragón negro son negros o gris oscuro y son inmunes al ácido). Un huevo de dragón tiene una forma ovoide alargada y un caparazón duro como una piedra.
Una hembra de dragón puede producir huevos al comienzo de su etapa de joven adulta y permanece fértil hasta la categoría de edad muy viejo. Los machos son capaces de fertilizar huevos desde el comienzo de su etapa joven adulto y permanecen fértiles durante toda su etapa de sierpe.
Los huevos son fertilizados dentro del cuerpo de la hembra y están listos para ser puestos al cabo de una cuarta parte del período de incubación, como muestra la tabla inferior. Los números que se dan en la tabla son aproximados; los periodos actuales pueden variar unos 10 días en cada sentido.

Cómo se ponen los huevos de dragón

Los huevos de dragón son puestos en grupos de dos a cinco al menos una vez al año. La ovulación comienza con el apareamiento, y las dragonas pueden producir huevos con menos frecuencia si lo desean, simplemente no apareándose. El apareamiento y la puesta pueden darse en cualquier estación del año.
La mayoría de los huevos de dragón son puestos en un nido dentro de la guarida de la hembra, donde uno o ambos progenitores pueden vigilarlos y atenderlos. Un nido típico consiste en un hoyo o montículo, con los huevos enterrados completamente en material suelto como arenas u hojas. La forma ovide del huevo de dragón le otorga gran resistencia a la presión, y la hembra puede caminar, luchar o dormir encima del nido sin temor a romperlos.
Los dragones a veces dejan sus huevos sin atención alguna. En estos casos, la embra cuida de esconder bien el nido. Ella o su compañero (o los dos) pueden visitar la zona que contiene el nido periódicamente, pero se cuidan de no acercarse demasiado al nido a menos que algún peligro amenace los huevos.

Cómo eclosionan los huevos de dragón

Cuando un huevo de dragón finaliza su incubación, la cría de su interior debe romper el huevo. Si los padres están cerca, suelen ayudar golpeando suavemente el cascarón. De lo contrario, la cría debe valerse por si sola, un proceso que habitualmente no lleva mas de un minuto o dos una vez la cría ha comensado a romper el huevo. Todos los huevos de una nidada comienzan a eclosionar más o menos al mismo tiempo.
Los huevos de dragón atendidos e incubados adecuadamente, tienen prácticamente un 100% de probabilidad de eclosión. Los huevos que han sido molestados, y especialmente los huevos que han sido cogidos de un nido e incubados artificialmente, tienen muchas menos posibilidades de producir crías.

Cría (Edad hasta 5 años)

Una cría emerge de su huevo totalmente formada y preparada para enfrentarse a la vida. Desde la punta de la nariz hasta el final de su cola, es unas dos veces mas grande que el huevo que la contenía (el tamaño actual de la cría depende de la variedad de dragón).
Un dragón recién eclosionado emerge del huevo encogido y empapado. Tras una hora, está preparado para luchar, volar y razonar. Hereda una parte considerable del conocmiento práctico de sus padres, aunque ese conocimiento inherente a menudo permanece enterrado en la memoria de la cría, inadvertida y sin utilizar hasta que se necesita.
Comparada con los dragones más viejos, la cría parece un poco torpe. Su cabeza y sus patas parecen desproporcionadamente grandes, mientras que sus alas y su cola son proporcionalmente mas pequeñas que en los adultos.
Si hay uno de los padres presentes durante la eclosión de la cría, esta tendrá un protector y disfrutará probablemente de una existencia segura las primeras décadas de su vida. En caso contrario, la cría se enfrenta a una lucha por la supervivencia.
Ya sea criada por otro dragón o dejada para arreglárselas por si mismo, la primera cosa que debe hacer una cria es aprender a ser un dragón, lo cual incluye asegurarse la comida, encontrar una guarida y comprender sus propias habilidades (habitualmente en este orden).
Una cría recién nacida busca comida casi inmediatamente. La primera comida de una cría dejada a su suerte a menudo es el caparazón de su huevo. Esta practica no solo le asegura una buena dosis de minerales vitales, sino que también es una alternativa a atacar y consumir a sus compañeros de nido. Las crías criadas por sus padres suelen recibir alguna golosina de vez en cuando, de las que le gusten a esa variedad de dragón. Por ejemplo, los dragones de cobre proporcionan a sus crías escorpiones o ciempiés monstruosos. En muchos casos, esta comida consiste en presas vivas, y la cría consigue su primera lección de caza junto con su primera comida.
Con el hambre resuelta, la siguiente tarea de la cría es asegurarse una guarida. El dragón busca alguna caverna, rincón o grieta escondida y segura, donde pueda descansar, esconderse y comenzar a almacenar tesoros. Incluso una cría al cuidado de sus padres encuentra una sección dentro de la guarida de sus padres a la que llamar propia.
Una vez que se siente segura en su guarida, y razonablemente segura de su suministro de comida, la cría se establece para pulir sus habilidades inherentes. Habitualmente lo hace probándose a sí misma de cualquier forma que pueda. Pelea con sus compañeros de nudo, busca criaturas peligrosas para luchar, y pasa largas horas meditando. Si uno de los padres está presente, la cría recibe instrucción en los asuntos dracónicos y la oportunidad de acompañar a su padre durante sus actividades diarias. Algunas veces, las crías buscan por sí mismas a dragones mayores del mismo tipo para que sean sus mentores. Entre los dragones buenos, estas relaciones suelen ser casuales y a menudo duran décadas (un período bastante corto desde el punto de vista de los dragones). El joven visita al mayor periódicamente (mensualmente, quizá semanalmente) en busca de consejo e información. Los dragones malignos también suelen ofrecer consejo a las crías que no son de si progenie; los dragones malignos carecen de cualquier tipo de altruismo, pero comprenden habitualmente el papel de los jóvenes en la perpetuación de la especie. No importa que tipos de dragón estén envueltos, ese tipo de relación mentor-aprendiz, requieren que el dragón joven muestre el más absoluto respeto y deferencia hacia el dragón mayor, y que proporcione a su mentor regalos de comida, información y tesoro. Si el dragón mayor llegase a ver al aprendiz como un rival, la relación terminaría inmediatamente, cuando hay dragones malignos de por medio, el final suele ser fatal para el dragón joven.



Muy joven (Edad 6-15 años)

A la edad de 6 años, el dragón ha crecido lo suficiente para doblar su longitud, aunque su cabeza y sus patas todavía parecen un poco grandes comparados con el resto de su cuerpo. Se vuelve físicamente más fuerte y robusto. El tamaño mayor del dragón a menudo hace necesario buscar una nueva guarida. Muchos dragones se trasladan en esta etapa a pesar de todo, especialmente si no tienen apoyo paterno (después de que un dragón ha cazado en la zona durante cinco años, la localización de la guarida original puede ser conocida por los extraños, o la zona alrededor de la guarida puede haber quedado vacía de presas).
En la mayoría de los casos, un dragón muy joven sigue siendo muy parecido a una cría, aunque más confiado en sí mismo.

Joven (Edad 16-25 años)

A la edad de 16, la mayoría de los dragones dan un estirón que les conducirá finalmente al tamaño adulto, aunque todavía retienen la cabeza y patas grandes. Su intelecto se vuelve más agudo mientras ganan experiencia en la vida y dominan sus habilidades innatas.
En esta etapa, un dragón comienza a sentir la necesitad de recolectar tesoro y establecer un territorio (aunque podría haber hecho ambas cosas antes). Sin embargo, en algunos casos, un dragón joven continúa compartiendo su guarida y su territorio con sus hermanos o padres. Los dragones que abandonan el nido cuando se convierten en jóvenes, suelen alejarse de sus guaridas natales, buscando lugares donde puedan establecer su hogar ellos mismos.

Juvenil (Edad 26-50 años)

A la edad de 26, un dragón ya está en camino de ser adulto. No tiene ni por asomo el poder físico de un adulto, pero ya tiene las proporciones físicas de un cuerpo adulto. Algunas especies muestran sus primeros poderes mágicos en esta etapa.

Joven adulto (Edad 51-100 años)

Cuando pasa el medio siglo, un dragón entra en la edad adulta (aunque su cuepo sigue creciendo muchos años más). Esta preparado para aparearse, y la mayoría de los dragones no tarde en hacerlo.
A esta edad, las escamas del dragón se han transformado en una armadura lo suficientemente formidable como para repeler casi todo excepto las armas mágicas y los dientes y garras de otros dragones. Un dragón joven adulto también domuna sus primeros conjuros y muestra la evidencia de un intelecto formidable.
Un dragón joven alduto corta los lazos con sus hermanos, mentores y parientes (si todavía no lo ha hecho) y establece su propia guarida y territorio.

Adulto (Edad 101-200 años)

Durante el segundo siglo de su vida, el crecimiento físico del dragón comienza a ralentizarse, pero su cuerpo acaba de entrar en su apogeo. Con el estirón inicial finalizado, el cuerpo de dragón se vuelve más poderoso y saludable. Un dragón adulto continúa poniendo a punto sus facultades mentales y domina más habilidades y magia.
En esta etapa de la vida es más probable que un dragón coja una compañera por mucho tiempo y comparta su guarida con ésta y su progenie.



Viejo (Edad 401-600 años)

Cuando la mayoría de los dragones alcanza esta edad, su crecimiento físico se detiene, aunque se vuelven más duros y sus mentes y poderes mágicos continúan expandiéndose con el paso de los siglos.
Los dragones viejos comienzan a mostrar normalmente signos externos de envejecimiento: sus escamas comienzan a astillarse y romperse en los bordes, así como a oscurecerse y a perder su brillo (aunque algunos dragones metálicos en realidad adoptan una apariencia bruñida), y los iris de sus ojos comienzan a perder color, por lo que sus ojos comienzan a parecer orbes sin rasgos.
La mayoría de los dragones viejos continúan poniendo a punto la paciente astucia que empezaron a desarrolar como adultos maduros. Aunque son rápidos para defender lo que consideran suyo, raramente se lanzan a algo, prefiriendo contemplar las posibilidades de cualquier situación antes de actuar.

Muy viejo (Edad 601-800 años)

Después de vivir seis siglos, un dragón se vuelve aún más resistente al daño físico. Comienza a dominar conjuros potentes y habilidades mágicas. Esta es la última etapa de la vida en la que las dragonas son fértiles y la mayoría de las hembras intenta criar al menos dos nidadas antes de que acabe su período reproductor.

Venerable (Edad 801-1.000 años)

En esta etapa, las hembras han finalizado sus años reproductivos. Muchas hembras lo compensan ejerciendo de mentoras de dragones jóvenes de la especie, como hacen muchos machos. Los dragones venerables tienen poco que temer de los dragones mucho más jóvenes, y poseen mucha sabiduría y experiencia que transmitir.
La mayoría de los dragones de esta edad poseen mentes que rivalizan con las mejores y las más brillantes de entre los humanos, y pueden explotar vastos recursos de conocimientos, tanto esotéricos como prácticos.



Sierpe (Edad 1.001-1.200 años)

Sobrevivir mas de mil años es un gran logro, incluso para los dragones, y esta edad es un gran hito en la vida de un dragón. Incluso entre los dragones rivales, una sierpe impone, aunque sea a regañadientes, respeto. Los dragones macho en esta etapa están llegando al final de sus años reproductivos, pero su estatus exaltado entre los dragones les garantiza prácticamente cualquier compañera. Las hembras más jóvenes suelen establecer sus territorios adyacentes a los de las sierpes macho para aparearse, por protección y para facilitar a su prole el obtener una sierpe como mentor.

Gran Sierpe (Edad mayor a 1.200 años)

Cuando un dragón pasa los doce siglos de vida, su desarrollo fúsico y mental ha llegado finalmente a término, y el dragón se encuentra en la cumbre de sus poderes mágicos, físicos y mentales.

El cuerpo del Dragón

A primera vista, un dragón se parece a un reptil. Tiene el cuerpo musculoso, el cuello grueso y largo, la cabeza con cuernos o adornos, la boca repleta de dientes y la cola sinuosa. La criatura camina sobre cuatro poderosas patas acabadas en unos pies con garras, y vuela utilizando sus enormes alas, parecidas a las de un murciélago. Pesadas escamas cubren al dragón desde la punta de la cola hasta el final del hocico. Sin embargo, como verás a continuación, este primer vistazo no hace sino comenzar a contar la historia acerca de la naturaleza de los dragones.

Anatomía Externa

A pesar de sus escamas y sus alas, el cuerpo del dragón posee rasgos más felinos que reptiles.
Al igual que los ojos de un gato, los ojos del dragón tienen un iris comparativamente grande, con una pupila vertical. Esta disposición permite a la pupila abrirse extremadamente a lo ancho y admitir mucha más luz que un ojo humano. La esclera, también llamado el "blanco", de los ojos de un dragón suele ser amarilla, dorada, verde, naranja, roja o plateada, con el iris de un color más oscuro y que contraste.
Para un observador casual, las pupilas del dragón siempre parecen cortes verticales. Sin embargo, si uno mirase más detenidamenet los ojos de un dragón, podría apreciar una segunda pupila y un segundo iris dentro del primero. El dragón puede mover y rotar esta abertura interior hasta 90 grados así la pupila interior puede cubrir la exterior o formar un ángulo recto con ella. Esta estructura ocular proporciona al dragón una percepción de profundidad y una capacidad de enfocar extremadamente precisas, sin importar cuánta luz haya.
El ojo de dragón está protegido por un párpado de piel curtida y tres suaves parpados interiores, o membranas nictitantes. La membrana mas interior es transparente como el cristal y sirve para proteger el ojo de cualquier daño mientras el dragón vuela, lucha, nada o excava con los ojos abiertos. Los otros dos párpados sirven principalmente para mantener limpios la membrana interior y la superficie del ojo. Son más gruesos y menos transparentes que la membrana interior. Un dragón puede utilizar estas membranas interiores para proteger sus ojos de destellos súbitos de luz brillante. Los ojos de un dragón brillan en la oscuridad, pero el dragón puede ocultar el brullo cerrando uno o más de sus párpados internos, realizar esto no afecta a su visión.
Las orejas del dragón a menudo resulta indistinguibles de los adornos que enmarcan su cabeza, especialmente cuando el dragón está descansando. Sin embargo, las orejas de un dragón activo están continuamente moviéndose y girando mientras el dragón rastrea sonidos.
No todos los dragones tienen orejas externas; los dragones cavadores o acuáticos a menudo poseen un simple par de agujeros protegidos por un pliegue que sobresale.
La boca de un dragón presenta unas quijadas poderosas, una lengua bífida y dientes afilados. El número y el tamaño exacto de los dientes de un dragón depende de su edad, hábitat y dieta; sin embargo, la dentadura de un dargón suele incluir cuatro colmillos (caninos) bien desarrollados, (dos superiores y dos inferiores) que se curvan ligeramente hacia dentro y poseen bordes cortantes tanto en la parte exterior como en la interior. El dragón utiliza sus colmillos para empalar y matar a la presa, y le sirven como arma principal.
Inmediatamente enfrente de los colmillos en cada quijada, se encuentran los incisivos del dragón, los cuales suelen ser ovalados y tienen bordes aserrados en la punta. Cuando un dragón muerde a una presa grande, estos dientes cortan un semicírculo de carne.
Detrás de los colmillos en cada quijada, un dragón tiene una fila de molares similares a ganchos, que le ayudan a sujetar a su presa. Un dragón no está bien equipado para masticar, y normalmente desgarra a su presa en trozos lo suficientemente pequeños para tragárselos. El dragón puede crear un movimiento de sierra con sus incisivos moviendo su quijada inferior y agitando su cabeza de un lado a otro permitiendo que los incisivos corten rápidamente la carne y los huesos.



Muchos dragones aprenden a agarrar una presa y sacudirla literalmente hasta la muerte. Otros dragones han dominado la técnica de atrapar a su presa y tragársela entera.
Algunos cazadores de dragones alardean que pueden asir la boca cerrada de un dragón, evitando que la criatura les muerda. Bien es cierto que un dragon aplica mas fuerza cuando cierra sus quijadas que cuando las abre, pero sin embargo, mantener cerrada la boca de un dragón sigue requiriendo una fuerza considerable. Incluso si un enemigo consiguiera sujetar sus quijadas cerradas, el dragón probablemente arrojaría a su oponente con un movimiento de su cabeza, le desgarraría con sus garras, o ambas cosas.
Las púas, salientes y otras protuberancias qeu adornan la cabeza del dragón hacen que la criatura parezca temible, y esa es precisamente su función principal. El cuerno del dragón es una proyección queratinosa que crece directamente desde el cráneo. Un dragón con los cuernos apuntando hacia atrás puede utilizarlos para acicalarse, y también ayudan a proteger la nuca en combate. Los cuernos que sobresalen de los laterales de la cabeza ayudan a protegerla.
Los pinchos y púas de un dragón son queratinosos, pero más blandos y flexibles que los cuernos. Las púas están clavadas en la piel del dragón y ancladas al esqueleto mediante ligamentos. La mayoría de las púas están situadas a lo largo de la columna y la cola. Al contrario que los cuernos, las púas son móviles, con una gama de movimiento que varía con el tipo de dragón y la localización de las mismas en el cuerpo del dragón. Por ejemplo, las que están a lo largo de la espalda solo pueden subir o bajar, mientras que las que apoyan los oídos se pueden mover de muchas maneras distintas.
Los pliegues y protuberancias en la espalda y la cola del dragón le ayudan a mantener la estabilidad cuando vuela o nada.
Para un estudioso que conozca algo del mundo natural, las poderosas patas de un dragón no son en absoluto como las de los reptiles. Las patas del dragón están posicionadas más o menos debajo de su cuerpo, igual que en los mamíferos (la mayoría de las patas de los reptiles surgen a los lados, ofreciendo mucho menos apoyo y movilidad de los que disfrutan un dragón o un mamífero).

Las cuatro patas de un dragón recuerdan a las de un gran pájaro. Cada una tiene tres o cuatro dedos con garras que sobresalen hacia delante (el número varía, incluso entre dragones del mismo tipo), mas un dedo adicional, también con una garra, en la parte posterior del pie y que se encuentra ligeramente curvado hacia el cuerpo del dragón, muy similar a los pulgares humanos.
Aunque las patas delanteras del dragón no son totalmente prensiles, puede coger objetos con ellas, siempre que estos no sean muy pequeños. Este agarre no es lo suficientemente preciso como para utilizar herramientas, escribir o blandir un arma, pero permite al dragón sostener y llevar objetos. Un dragón también es capaz de coger objetos mágicos, como varitas, y puede completar componentes somáticos necesarios para los conjuros que pueda lanzar. Algunos dragones son lo suficientemente diestros como para coger a sus presas con sus garras delanteras y llevarlas así. Un dragón puede utilizar los "pulgares" de sus patas traseras para agarrar también, pero este agarre es menos preciso que el de sus patas delanteras.
La piel de un dragón se asemeja a la de un cocodrilo; es dura, curtida y gruesa. Sin embargo, posee cientos de duras escamas resistentes que cubren su cuerpo. Las escamas de un dragón son queratinosas, como sus cuernos y sus púas. Por el contrario, las escamas no están unidas al esqueleto como las púas, y por ello el dragón no puede moverlas. Las escamas son mucho más duras y menos flexibles que las púas, con una resistencia a los golpes superior a la del acero.

Las escamas mas grandes de un dragón se encuentran unidas a su piel a lo largo de un borde, y solapan a las escamas adyacentes, como las tejas en los tejados o las placas articuladas de una armadura. Estas escamas cubren el cuello, el vientre, los dedos y la cola del dragón. Conforme el dragón va moviendo su cuerpo, las escamas tienden a cambiar conforme la piel y los músculos que se encuentran bajo ellas se mueven, y los bordes sueltos de las escamas a veces terminan ligeramente levantados. Este fenómeno ha llevado a muchos observadores a pensar erróneamente que el dragón puede levantar sus escamas de la misma manera que un pájaro mulle sus plumas.
La mayoría de las escamas del dragón son pequeñas y se encuentran unidas a la piel cerca del centro. Estas escamas se intercalan con las escamas vecinas, dando a la superficie del cuerpo una textura granulada. Las escamas son lo suficientemente grandes como para formar una capa continua de armadura natural sobre el cuerpo, incluso cuando este se estrecha o se ensancha hasta su máxima extensión. Cuando el cuerpo se relaja o se contrae, la piel bajo las escamas tiende a arrugarse y a plegarse, aunque las escamas superpuestas siguen otrogando al cuerpo un aspecto liso y suave.
Las escamas de un dragón continúan creciendo toda su vida, aunque muy lentamente. Al contrario que otras criaturas con escamas, un dragón no cambia de piel ni se despoja de escamas individuales. En cambio, sus escamas crecen cada vez mas, y le crecen nuevas escamas conforme su cuerpo va desarrollándose. Con los años, una escama puede erosionarse y partirse cerca de los bordes pero su lento crecimiento suele ser suficienet para reemplazar cualquier porción que se rompa. Los dragones a veces pierde escamas sobre todo si han sido dañados seriamente. Las escamas viejas suelen sembrar los suelos de las guaridas que llevan largo tiempo habitadas.
Cuando un dragón pierde una escama, habitualmente le crece una nueva en su lugar. Esta suele ser mas pequeá que las escamas de alrededor, y también mas delgada y menos resistente. Este fenómeno es lo que ha dado pie a los relatos de los bardos acerca de puntos débiles en la armadura de un dragón. Estos relatos son ciertos, pero rara vez una escama nueva en el enorme cuerpo de un dragón ha dejado a este vulnerable a un ataque.
La larga y musculosa cola de un dragón le sirve principalmente como timón cuando vuela. El dragón utiliza también su cola para propulsarse cuando nada y también la utiliza como arma
Las alas de un dragón consisten en una membrana de piel sin escamas, extendida sobre un armazón de huesos fuertes pero ligeros. Unos músculos increíblemente poderosos, situados en el pecho del dragón, le proporcionan la energía para volar.
La mayoría de los dragones poseen alas semejantes a las de un murciélago, con un miembro de apoyo relativamente corto, terminado en garra vestigial que sobresale hacia delante. La mayoría de la superficie del ala está formada por una membrana extendida sobre "dedos" alargados de hueso (las falanges del ala), que se extienden mucho más allá del ala.
Algunos tipos de dragones poseen alas casi tan grandes como sus cuerpos, parecidas en cierto modo a las "alas" de las rayas marinas. Este tipo de alas también tienen un miembro con falanges que soportan el tercio delantero del ala, pero el resto de la misma se apoya en púas y protuberancias modificadas que tienen un radio de movimiento y control muscular limitado.

Dentro de los ojos del dragón

La mayoría de los expertos no se percatan de lo complejo y poco corriente que es en realidad el ojo de un dragón. Además de sus cuatro capas de párpados y de su doble pupila, el ojo del dragón también tiene dos lentes. La lente externa (1) es muy parecida a las del resto de criaturas en forma y función. Sin embargo, la lente interna (2) es una masa de fibras musculares transparentes, capaces de polarizar la luz que llega. La lente interior también sirve para aumentar lo que ve el dragón, y es la causa de la visión superior a larga distancia que éste posee. La retina del dragón (3) está repleta de receptores para la visión en color y en blanco y negro. Detrás de la retina se encuentra el "tapetum lucidum" (4), una capa reflectante que ayuda a ver al dragón con poca luz. El dragón ve literlamente dos veces la luz, una cuando llega a su retina y otra cuando es reflejada de nuevo. Es el tapetum lucidum el que hace brillar en la oscuridad el ojo del dragón.


Anatomía Interna

El parecido del dragón con un reptil es -literalmente- sólo en la piel.

El esqueleto

Aunque es difícil conseguir un esqueleto completo de dragón, la mayoría de los expertos coinciden en que está compuesto por poco más de 500 huesos, comparado con los pocos más de 200 huesos del esqueleto humano. Los huesos en la columna y las alas del dragón son los más diferentes.
Los huesos del dragón son inmensamente fuertes y aún así, excepcionalmente ligeros. En una sección transversal parecen huevos, con paredes gruesas formadas por c´riculos concéntricos de pequeñas cámaras, escalonadas como en un enladrillado. Capas de tejido conectivo fuerte y conductor para la sangre corren entre los distintos estratos.
El diagrama adjunto muestra en detalle el esqueleto de un dragón. Las partes significativas se comentan brevemente a continuación.
El esternón (1) sirve como ancla para los músculos del vuelo. La scapuela draconis (2) sostiene el ala. El metacarpis draconis (3) y las falanges alares (4) en cada ala soportan la mayoría de la superficie de vuelo de las alas. En algunos dragones, el cúbito dracónico (5) tiene una extensión llamada olecranon alar (6) (el olecranon es donde se articula el cúbito con el húmero, y se localiza en la parte posterior de codo) que presta un apoyo adicional en el ala.
La 13 vértebra cervical (7) marca la base del cuello del dragón. Cada dragón auténtico, no importa lo grande o pequeño que sea, posee exactamente 13 vértebras cervicales, 12 vértebras torácicas, 7 vértebras lumbares y 36 vértebras caudales.



Los órganos internos principales

El interior de un dragón tiene varios rasgos dignos de mención, y todos ellos contribuyen a las capacidades únicas de éste.
Los ojos del dragón (1) son ligeramente más grandes de lo que aparentan desde fuera. La mayor parte del ojo se encuentra en el itnerior del cráneo, y sólo una pequeña porción es expuesta cuando el dragón abre sus ojos. El tamaño extra de los ojos ayuda al dragón en su capacidad de ver a distancia. La forma esférica del ojo le permite al dragón moverno en un gran arco, ayudando a expnadir su campo de visión.
El cerebro de un dragón (2) es excepcionalmente grande, incluso para una criatura de su tamaño, y continúa creciendo conforme crece el dragón. Tiene centros sensoriales altamente desarrollados, con lóbulos especializados que conectan directamente con los ojos, los oídos y el pasaje nasal. El cerebro posee también grandes áreas dedicadas a la memoria y el razonamiento.
La laringe (3) contiene numerosos pliegues vocales bien desarrollados que otorgan al dragón un control tremendo sobre el tono y el volumen de su voz. La voz de un dragón puede ser tane stridente como la de un cuervo o tan profunda como la de un gigante. Algunos expertos se han fijado que el idioma dracónico contiene muchos sonidos duros y siseantes, y han razonado que la capacidad vocal del dragón es limitada, pero no es cierto. Los dragones hablan un idioma estridente porque les viene bien hacerlo.
La tráquea (4) conecta la laringe con los pulmones. Es el conducto para la respiración del dragón y también para su arma de aliento.
Los enromes pulmones del dragón (5) ocupan casi toda la cavidad torácica. La estructura de los pulmones recuerda a la de las aves, las cuales pueden extraer oxígeno tanto inhalando como exhalando. Además de ser los órganos para la respiración, el arma de aliento del dragón es generada en sus pulmones a partir de secreciones producidas por el draconis fundamentum (ver mas abajo). El poderoso corazón de un dragón (6) posee cuatro cámaras, igual que el de los mamíferos.
El draconis fundamentun (7) es una glándula poseída sólo por los dragones auténticos. Unida al corazón, es el centro de la actividad elemental dentro del cuerpo del dragón. Toda la sangre que fluye del corazón pasa a través de este órgano antes de regresar al cuerpo. El draconis fundamentum carga los pulmones con combustible para el arma de aliento del dragón y también juega un papel importante en el metabolismo altamente eficiente del dragón, que transforma la mayor parte de lo que la criatura consume en energía aprovechable. Venas, nervios y conductos salen directamente del draconis fundamentum hacia los músculos de vuelo del dragón, cargándolos con una energía tremenda, y hacia los pulmones y el estómago.
El dragón digiera su comida a través de una combinación de acción muscular poderosa y fuerza elemental. El interior del estómago (8) está cubierto con placas óseas que pulverizan pedazos de comida, y todo el órgano esta cargado con la misma energía elemental que utiliza el dragón para su arma de aliento.

La Musculatura

Las carcasas intactas de dragón son aún mas rars que los esqueletos intactos, haciendo que cualquier intento de catalogar los músculos del dragón sea poco fiable en el mejor de los casos. Sin embargo, dado el número de huesos en el esqueleto de un dragón, los músculos de éste deben contarse por miles.
En general, la musculatura de un dragón se asemeja a la de un gran felino, pero con músculos mucho mas grandes en el pecho, cuello y la cola. La ilustración siguiente identifica los principales grupos musculares del cuerpo de un dragón.
De interés para la mayoría de los expertos son los músculos que participan en el vuelo. Estos músculos pueden ejercer una fuerza tremenda y consumir también una gran cantidad de energia (que es aportada por el draconis fundamentum). Los músculos del vueloe stán localizados en el pecho y en las propias alas. El pectoral alar (1) es el músculo de vuelo principal y se utiliza en el movimiento hacia abajo de las alas. El lattisimus dorsai alar (2) es el que levanta y retrocede el ala. El deltoide alar (3) y el cleidomastoideo alar son los que levantan y mueven el ala hacia delante.
Los músculos de las alas sirven principalmente para controlar la forma del ala, lo cual a su vez ayuda al dragón a maniobrar en el aire. El tríceps alar (5) y el bíceps alar (6) extienden y recogen las alas. El carpo ulnar alar (7) y el carpo radial alar (8) permiten a las alas alabearse y girar.